COSTE DE UNA CALDERA DE ACS Y CALEFACCIÓN

En este artículo vamos a estudiar qué factores y qué condicionantes influyen a la hora de tomar una decisión sobre el tipo de instalación más adecuada para nuestra vivienda. Adelantamos que no existen fórmulas mágicas que puedan aplicarse en cualquier lugar. En realidad, la única forma de obtener el mejor diseño de una instalación es realizando un estudio pormenorizado de todas las variables que intervienen directa o indirectamente en nuestro edificio:

1-Entorno

2-Diseño de la envolvente del edificio

3-Diseño interior

4-Costes de las distintas materias primas

5-Tiempo previsto para la amortización

6-Tipo de uso

7-Capacidad de inversión inicial.

Con todos estos datos podremos hacernos una idea del mejor diseño para nuestra instalación, aunque las combinaciones son muchas, si se puede encontrar el diseño más eficiente. Lo más adecuado es contactar con técnicos especialistas que te puedan asesorar de una manera concreta. Pero aquí vamos a dar una serie de consejos que te pueden ayudar a entender un poco mejor de que depende la eficiencia de los aparatos de producción de calor.

1-Entorno. Dónde se ubica nuestra vivienda. Sin duda es este el condicionante más importante a la hora de elegir qué tipo de instalación es la más apropiada. La climatología nos dirá cuales son los criterios que debemos priorizar para obtener una instalación eficiente. Situarse en una zona fría, de temperaturas extremas, nos obliga a diseñar una vivienda que, ante todo, se protega del frío.Situarse en una zona calurosa, nos obligará a protegernos de los rayos del sol y del calor del verano.En el primer caso, el gasto de calefacción va ser un factor muy a tener en cuenta a la hora de optar por un diseño u otro. Buscaremos la inercia térmica y el aislamiento de los cerramientos para evitar las pérdidas de calor. Una buena solución es el suelo radiante alimentado por calderas convencionales en el caso de que el uso de la vivienda sea esporádico. Según aumentamos el uso de la misma, debemos ir pensando en sistemas de energías renovables que nos permitan ahorrar energía, una primera posibilidad serían las calderas de biomasa, cuyo rendimiento es similar a las convencionales. Alternativas más eficientes pasan por el diseño de sistemas de geotermía. En el segundo caso, lo más importante es protegerse del sol y por lo tanto evitar la radiación directa. Será por ello imprescindible un diseño óptimo de la envolvente del edificio, con parasoles y orientaciones que eviten que las estancias más habitadas queden expuestas a las horas del día cuando la radiación es mayor. En estos casos las bombas de calor y la aerotermía son las alternativas más lógicas reversibles.

2-Diseño de la envolvente del edificio. Sea cual sea el tipo de edificación que vamos a diseñar, es muy importante diseñar un sistema de envolventes óptimo. No sólo para evitar la pérdida de calor, sino también para evitar la ganancia del mismo, garantizar la ventilación y protegerse de la radiación solar. Sirva como ejemplo, el caso del diseño de una vivienda en las Islas del Caribe. Sin lugar a dudas, será la ventilación y la gestión del agua de lluvia el condicionante más importante a la hora de diseñar un edificio, y no tanto un aislamiento excesivo o la producción de calor.

-->3-Diseño interior. Aunque tengamos un buen aislamiento y un sistema de producción de calor/frío optimizado, ¿cómo cuantificamos la pérdida de energía de un salón, donde pasamos muchas horas de día, que esta orientado a norte y que tiene una altura de 5 metros con grandes lucernarios a oeste?. No existen normas universales de cómo orientar las estancias de una vivienda, pero si reglas que se cumplen en el 90% de los casos. Por ejemplo, no conviene situar un salón al nor-oeste de una vivienda que está situada en la costa de La Coruña.

4-Costes de las distintas materias primas. Este es un punto muy importante ya que se trata de una variable muy aleatoria y que entra dentro del juego del mercado. De todos es sabido las constantes variaciones en el coste de la electricidad y del gas. Al final las grandes compañias, conocedoras de los distintos sistemas de calor del mercado, equilibran los costes de las mismas. De tal manera que al final el kwh de calor es muy similar en todos los casos de energías convencionales. Una alternativa es la biomasa, pero tiene el handicap de que se trata de una materia prima que ha de ser manufacturada y por lo tanto esta en manos de las mismas reglas que el carbón, el gasoleo, el gas o la electricidad. Por ello, nosotros apelamos a las energías renovables, energía del sol y de la tierra. Son muy eficientes y sus periodos de amortización varían entre los 5 años y los 15 años en condiciones normales de uso. Si tu prioridad es no gastar en combustible lo ideal es optar por calderas de biomasa o gas. La energía eléctrica para una caldera convencional de ACS no suele ser una buena alternativa, a no ser que su uso sea limitado. Lo mismo sucede con los radiadores eléctricos, que sólo son eficientes en el caso de disponer de tarifas muy reducidas.

5-Tiempo previsto para la amortización. Este factor esta muy relacionado con el tipo de uso que le vamos a dar a la vivienda. Si nuestra intención es amortizarlo en un periodo de tiempo determinado y menor a 15 años, es una condición inevitable el hecho de plantear la vivienda o edificio con un uso cercano al 100%.

6-Tipo de uso. Cómo indicamos anteriormente, el tipo de uso es fundamental para diseñar una instalación. En el caso de estar pensando en una residencia para el verano en climas calurosos, no es necesario plantear un sistema de caldera para ACS y calefacción, sería más conveniente instalar unas placas solares y optimizar el diseño de la vivienda para que esté constantemente ventilada y protegida del calor.

7-Capacidad de inversión inicial. Sin duda, es para algunos el condicionante más importante, sin embargo se debe tener en cuenta antes todos los factores descritos en los puntos anteriores, y sobre todo, saber que los periodos de amortización pueden en ocasiones, rentabilizar la instalación en muy poco tiempo y comenzar a ahorrar en energía antes de lo que pensábamos. en posteriores artículos trataremos el tema de la amortización.

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