HACIA UNA ECONOMÍA SOSTENIBLE

Esta página está dedicada a la difusión de las energías alternativas en el sector de la vivienda y la construcción. Nuestra intención es ayudar y convencer a aquellas personas con conciencia social de que un mundo diferente es posible. Nuestras lineas de pensamiento son las siguientes:

1-Es posible vivir con los recursos que la naturaleza aporta sin necesidad de consumir excesos de materias primas que el propio planeta no es capaz de restituir. Es decir, petróleo, carbón, gas, etc....

2-Consumir lo que la naturaleza produce de manera sostenible no es sólo un acto de responsabilidad hacía el medioambiente, sino también lo es hacia el resto de seres vivos.

3-Participar de una economía sostenible no es sinónimo de mayor coste. Es más, podemos demostrar que en última instancia es mucho más "económico" plantear sistemas de vida sostenible que participar de un sistema basado en el consumo irresponsable.

Y es este tercer punto el que desde el punto de vista ideológico genera más debates y controversias. Nosotros no queremos en ningún caso mezclar la ideología con el concepto de sostenibilidad, es más deseamos, y estamos convencidos, de que dicho debate sólo genera confusión y malas interpretaciones.

El sistema actual se basa en un capitalismo cuyo fundamento es el consumo de todo lo producido, es un sistema que promueve la producción infinita de bienes con el único fin de ser intercambiados a cambio de dinero. De esta forma el sistema se sustenta en un único pilar: la producción, producción que no distingue el tipo de producto, y en consecuencia, le da lo mismo especular con  alimentos para sobrevivir que armas para matar. Todo ello queda envuelto y sostenido por un manto demagógico que lo justifica todo en función a un teórico bienestar de las personas.

Según lo anterior, las energías son consideradas un elemento más de la cadena productiva, se consideran productos que se someten a la ley de oferta y demanda, y por lo tanto se envuelven también de ese manto perverso del sistema que todo lo justifica y todo lo admite con tal de obtener un beneficio.

En nuestros tiempos vivimos situaciones tremendamente injustificables, sabemos que la energía solar es sostenible, limpia y ilimitada. Es una energía que elimina una variable elemental de todo sistema basado en el capital, elimina el concepto de escasez. Esto la convierte en un enemigo para todos aquellos que obtienen beneficio de la relación entre oferta y demanda. Curiosamente se establecen límites a su desarrollo a la vez que son financiadas por las administraciones (parece que con la intención de mantener cierto control sobre las mismas), la energía del sol no puede ser gestionada por el hombre cómo el petróleo y esto es algo que a los intereses de la casta plutocrática del mundo no le interesa, ya que podría suponer una limitación en sus sistemas de obtención de beneficios. Lo mismo sucede con la energía generada por el viento, o el calor de la tierra (todas ellas hijas del sol).

Las energías renovables son también objeto del mercadeo, es significativo observar como ciertos sistemas como la energía de la biomasa se pueden ver sujetos al principio oferta-demanda, y en consecuencia resultar poco rentables desde el punto de vista económico. Es por ello que, aunque las consideremos energías renovables, presentamos ciertas reticencias hacia su uso.

Nosotros nos planteamos como objetivo demostrar que es posible plantear un sistema alternativo, eficiente, justo y no dependiente de intereses perversos. Lo hacemos dentro de un sector acotado: la vivienda, donde vamos a estudiar e incorporar medidas que persiguen los siguientes objetivos:
1-Economía de recursos y también de costes
2-Respecto al medio ambiente y alas personas
3-Utilización de materias primas renovables y que por lo tanto, y esto es lo más importante, eliminen la variable escasez.

Os podemos asegurar que es perfectamente viable un proyecto que no dependa de las enegías tradicionales, caras, contaminantes y poco justas ni con la sociedad ni con el entorno. Hay ejemplos de ello a lo largo del mundo, y bo sólo de pequeñas viviendas, sino de complejos de grandes dimensiones